miércoles, 30 de diciembre de 2009

Subdesarrollo: ¿una problemática insalvable?


En tanto nos inmiscuimos en el tema del desarrollo y, obviamente, en la convergencia de los menos desarrollados, enfatizamos distintos matices. Claramente, observamos como en la búsqueda por converger hacía el desarrollo, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de las países más sofocados, entre otras cosas, nos revela que las medidas de política económica que surgen de estos estudios vislumbran un objetivo (prácticamente) único para lograrlo.

Es, en este sentido, cuando analizamos estos objetivos, que se describen a continuación, como nos enfrentamos a un solo problema, cuando en realidad el desarrollo económico es altamente multifacético. O sea, depende de un patrón cambiante de distintos aspectos de desarrollo. A continuación, se describen las variables que podrían ser la causa del subdesarrollo:


ü La primera causa, que fue analizada en la literatura económica, fue que la deficiencia de los países más atrasados se debía a la carencia en capital físico. La proposición de que la carencia de capital es la causa principal del subdesarrollo fue el principio rector que impulsaron las instituciones de Bretton Woods, durante los años 1940/70. Aquí, prevalecían los grandes proyectos de infraestructura generadores de externalidades positivas sobre las economías, en lugar de la simple asistencia económica a los más damnificados.

ü La segunda causa, fue que el atraso económico se debía a la falta de espíritu empresarial que poseían los países menos desarrollados. Esto tuvo aceptación entre los años 1958/65, cuando surgió la escuela sociocultural del desarrollo económico y la escuela schumpeteriana, que buscaron estudiar las limitaciones culturales y psicológicas del subdesarrollo.

ü Luego, como tercera causa, surge lo que los economistas llaman precios relativos incorrectos en la década del setenta (1970/80). Todo surge como consecuencia de que en varios países se ensancha la brecha entre los propietarios del capital (ricos) y aquellos que utilizan su fuerza laboral para subsistir (pobres), argumentando que esto era porque los gobiernos respaldaban procesos de desarrollo acelerado que incurrían en precios incorrectos.

ü Posteriormente, cuarta causa, las investigaciones se encaminaron en mostrar como el comercio internacional (1980) era en condimento especial para que el subdesarrollo caducara. Estas, explicaban que se deben suprimir las distorsiones de precios (o sea, lograr los precios correctos) para inducir el movimiento adecuado de los factores entre los diferentes sectores de una economía, para de esta manera lograr incrementar la acumulación de capital para que los países puedan invertir y progresar.

ü En quinto lugar, encontramos que el gobierno hiperactivo (1980/96) que antes se consideraba esencial, ahora era malvado y no era necesaria tales intervenciones. El objetivo, en este caso, era reducir el papel del gobierno por medio de distintas reformas que llevarían a un desarrollo más rápido y eficiente.

ü Luego del fracaso del anterior punto y como sexta causa, la mirada estuvo puesta en el capital humano (1988/) y su desarrollo para lograr mejorar los niveles de bienestar de los ciudadanos. Con las mejoras en el capital humano (conocimiento y educación, principalmente), el crecimiento económico esta sujeto a rendimientos crecientes a escala y una alta productividad de los factores, mejorando la posición del país.

ü Una séptima causa identificada, es el papel del gobierno inefectivo (1997/), donde los economistas se dieron cuenta de que los países que habían reducido la participación del Estado no lograron conseguir lo que países del sudeste asiático consiguieron con la participación activa del estado. Esto condujo a un nuevo avance hacía la intervención del Estado en la economía, con el objetivo de mejorar ciertos estándares en los países menos desarrollados.

ü Por último, la octava causa analizada en distintos estudios, ha sido la carencia de incentivos que poseen cada uno de estos países para lograr converger al desarrollo. En este caso, los estudios indican que sin los incentivos necesarios no existe medida de política económica que peda llevar a un país a salir de una situación más problemática para conseguir mejoras en el bienestar de los ciudadanos.


En cada uno de estos casos, vemos como fue una única causa lo que primo sobre las otras, pensando que el subdesarrollo era una cuestión simple de una sola causa. Así, hemos sido testigos, sobre todo en Argentina, de la falsedad de estas premisas. ¿Por qué? Porque ninguna de estas llevo soluciones a los dramáticos problemas que se enfrentan en el día a día.

Entonces, vemos que es falso el criterio simple de evaluar el subdesarrollo desde una causa insuperable, porque los que terminan pagando los platos rotos son los mismos de siempre, es decir, los más necesitados de que estas soluciones ayuden.

Como la literatura y las investigaciones siguen el mismo camino de la única solución, para un problema multifacético, es que pienso que se siguen errando el camino. Porque, si bien estas causas descriptas anteriormente poseen una parte importante de la solución del subdesarrollo, es que la misma también debe atender una cuestión multifacética.

En este caso, la solución pasa por un conjunto de propuestas que abarquen a la mayoría de estas causas, sino a todas, para que puedan converger los países. Y, de esta manera, veremos que la luz al final del camino cada vez esta más cerca. Estará al alcance de las manos de los países que más lo necesitan.


Nicolas Pepicelli

walternicolasp@hotmail.com

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Bonos contra el Calentamiento Global

Los países desarrollados, para cumplir con el Protocolo de Kyoto, lanzan los denominados “bonos verdes” para financiar proyectos que reduzcan sustantivamente la contaminación, al reducir la emisión de gases que produce el ya famoso efecto invernadero.


El protocolo de Kyoto, sobre el cambio climático, es un acuerdo internacional que busca reducir las emisiones de gases que terminan generando el calentamiento global, donde cada país que entro en el acuerdo tiene la obligación de reducir ciertos porcentajes de la emisión que producen. Recordemos, brevemente, que el calentamiento global es un término que se utiliza comúnmente en dos sentidos: por un lado, es un fenómeno que denuncia el aumento de las temperaturas de la atmosfera terrestre y de los océanos. Y, por otro lado, es una teoría que predice un crecimiento irrestricto de las temperaturas en un futuro próximo.
Este protocolo, y el posterior lanzamiento de los bonos verdes, se dan por una mezcla entre dos variables significativas dentro de la economía: la incertidumbre y el escepticismo que motorizan el futuro del medio ambiente a nivel internacional. Entonces, en el marco de este miedo, los países más desarrollados se propusieron desembolsar millones de dólares en reducir la contaminación.
Hasta el momento, se discute la creación de un bono de cuota de emisiones de gases que admita la compraventa entre estados, y la creación de un impuesto universal a la contaminación que conduzca a una reducción CO2 de al menos el 25%.
Algunos expertos, por su parte, confirman esto, afirmando que “ya es una realidad”, donde desde el año 2006 se transfirieron billones de dólares en inversiones de este tipo. Otros, coinciden en que el mayor problema es la carencia de información en este sentido, donde las empresas van ingresando paulatinamente, y este proceso es esencialmente un incentivo adicional para el desarrollo de países periféricos.

En nuestro país, como no se tiene limites de emisión, ya se han propuesto reducir los gases tóxicos en un período de mediano-largo plazo. Además, el gobierno nacional lanzo en 2005 un fondo, denominado Fondo Argentino de Carbono (FAC), para proporcionar el desarrollo de estos tipos de bonos en el futuro.
Finalizando, el tema es poco abordado, aunque la Unión Europea se comprometió desembolsar entre 4000 y 7000 millones de euros en los próximos tres años.

En si, compromiso existe, pero la carencia de información complica la profundización del proceso en el mediano plazo.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

¿Que pasará con la Crisis Económica Internacional?

En los últimos días, y semanas también, veníamos observando una leve, pero importante, mejora en las condiciones de la economía mundial. Datos que alegraran a más de uno no faltaban: muchos analistas avisaban que la demanda de China enfatizaba la sojización tanto a nivel mundial como en la esfera nacional, remarcando que los precios seguirán fuertes; además, remarcaban que en las economías más grandes (y las más golpeadas por esta crisis financiera) iban mostrando datos positivos, donde se exhibían como se iba dejando atrás la recesión-estanflación; también, se presentaban ganancias que hacían percibir que lo peor de la crisis había quedado atrás, donde las mayores bolsas del planeta mostraban signos positivos.

Estos temas, entro otros, hacían gala de que la crisis económica internacional, que en agosto pasado cumplió dos años, se la miraba prácticamente por el retrovisor. Esto significaba muchas buenas noticias para nuestro país, porque el impulso mayor de los últimos años lo venía dando la economía internacional. ¿Por qué? La realidad nos mostraba que argentina debía corregir serios problemas que hasta el momento tampoco han sido resueltos. Entre ellos resaltaban, y lo sigue haciendo, la incertidumbre que genera la intervención del INDEC, que proporciona la información económica esencial que todo agente económico necesita para invertir, comprar, consumir, gastar, etc., en el entramado productivo nacional. De esta manera, argentina ve sufrir severas consecuencias a largo plazo.

Pero, en definitiva, más allá de los problemas internos que posee la economía nacional desde hace un tiempo, ahora nos podríamos volver a enfrentar con problemas que provienen de manera externa.

Es así, que en los informes que han venido presentando el FMI en las últimas semanas, estiman que la caída se detuvo y que en el trimestre final del año 2009 la tendencia es hacía arriba. Esto viene de la mano de los informes elaborados por privados que indican que la caída dejo de ser tal hace unos meses, para comenzar la cuesta ascendente en lo que falta de este año.

Además, como decíamos anteriormente, las economías más importantes del planeta, como China y los Estados Unidos, venían mostrando datos sumamente positivos, que esperanzaban a más de uno. En el caso particular de nuestros vecinos del norte, se confirmó que la recesión había quedado atrás aunque el mercado laboral seguiría débil por un tiempo, mientras que del gigante asiático se reveló que su economía volvería a crecer en un porcentaje cercano al 10%.

Entonces, hasta el momento seguíamos con datos positivos, que hacían presagiar que lo peor había quedado atrás. Pero en estos días, más precisamente el fin de semana pasado, ocurrieron dos hechos que trajeron dudas e incertidumbre en la economía global.

Uno de los casos particulares fue el de Japón, que con el triunfo opositor después de 54 años de gobierno conservador, ocasionó que los agentes sintieran dudas, logrando que la bolsa de Tokio cierre con una ligera caída del 0,4%. Este dato no es menor, ya que muchos analistas dudan sobre las acciones que llevará el nuevo gobierno nipón, pues carecen de experiencia en el gobierno y, de esta manera, podrán aplicar su gran programa social: subsidios, reducción de impuestos, etc. Los dos puntos nombrados, explican el grado de desconfianza en los inversores, que salieron del mercado e hicieron caer levemente la bolsa.

El caso más importante, por su “misión” de ser la nueva locomotora económica internacional en un futuro no tan lejano, es el de China, que tras el anuncio de que los préstamos bancarios podrían disminuir por debajo de los 44.000 millones de dólares, restando liquidez a la economía, presagiaron un mal desenvolvimiento que llegaría a no lograr el crecimiento del 10% para el año que viene.

Siendo China una potente economía tanto actual como en un futuro, es que el desplome de la bolsa de Shanghai (casi el 7%) hace que las predicciones sobre la expansión para el 2010 pudieran no cumplirse, ocasionado que los inversionistas huyan del mercado hacía zonas más rentables y de menor incertidumbre. Esto generó, y seguirá generando, miradas atentas a lo que pasa del otro lado del planeta, porque si no muestra signos de mejoría en los próximos días, los informes y las tendencias variaran significativamente, generando mayores dudas.

De esta manera, y concluyendo, debemos ver que también hay datos positivos, porque la economía de Brasil ha venido creciendo desde hace un tiempo y no parece aminorar su marcha. Definitivamente, los datos de Japón y China pueden ser un aviso a que la crisis se profundice en este año, y que no se logre salir hasta mediados del año que viene. Pero, también puede ser solo una falsa alarma, una anécdota. Solo el tiempo, en este caso, tendrá la razón.


walternicolasp@hotmail.com
Nicolás Pepicelli

martes, 19 de mayo de 2009

Argentina y la Crisis Internacional actual

En las últimas semanas, hemos sido testigos de sendos acontecimientos q nivel mundial que nos dan una luz al final del camino. Estos datos positivos, que provienen sobretodo de la economía internacional, muestran un futuro prometedor, marcando una posible salida de la crisis mundial con anterioridad a lo que se plantea en las discusiones de muchos economistas reconocidos a nivel planetario.
Así, nos encontramos con que, por ejemplo, los precios de la soja (commodity exportable por excelencia en nuestro país) han venido creciendo y se ha consolidado alrededor de los cuatrocientos dólares. Esto es beneficioso para el país porque va a permitir la entrada de más divisas, con las cuales se afrontará de manera mejor a la crisis que, por supuesto, nos ha tocado con la cola del monstruo.
Otro dato positivo, sin lugar a dudas, es que, el propio presidente de la FED de los Estados Unidos, alegó y ratificó que se espera la salida de la crisis para este año, ya sea en agosto o en diciembre, pero se saldrá de la misma este año. Como, desde principios de año se venia augurando que la crisis duraría, por lo menos, hasta completar el año 2010, este dato es realmente positivo, porque ya se estén viendo los signos de la mejoría. A nivel internacional, esto, hará crecer el consumo de varios países como China, que mejorarán a corto plazo el crecimiento mundial.
Siguiendo con los datos positivos a nivel internacional, el famoso y atacado Fondo Monetario Internacional (FMI), ha ratificado que los países sudamericanos, entre ellos la Argentina, por supuesto, se encuentran mejor parados y con cierto nivel de desacople, aunque no completamente. Esto, se da así, porque existen políticas de acumulación de reservas que permiten hacer frente a la crisis, sin esperar o pedir préstamos al sistema financiero internacional, créditos que no están disponibles por la hecatombe internacional.
Siguiendo, otro dato más que importante es la fuerte recuperación de la economía brasilera, que influirá segura y positivamente sobre las industrias nacionales, llevando a detener la caída del crecimiento de las mismas y evitando la continua pérdida de mano de obra en estas industrias.
También, podemos ver una mejoría en la economía China por las medidas de estimulo fiscales que ha puesto en marcha el gobierno. Esto, sin duda, mejorará los precios de los commodities por el nuevo aumento del consumo de éste país.
Todas estas mejoras a nivel internacional dan, pese a su precariedad, mejor margen de maniobras a las autoridades, permitiendo que la crisis no se sienta de manera feroz en nuestra economía.
Además, tenemos que ver otros datos, ya a nivel nacional, que pueden influir positivamente en nuestra economía. Estos datos no son menores, y pueden conllevar a que la crisis mundial se sienta de manera menos atroz, mejorando las expectativas de los inversionistas y de los productores nacionales e internacionales.
El mes pasado, por ejemplo, se registro un superávit comercial record. Esto, sin miedo a equivocarme, dará aún mayor discrecionalidad en las medidas a aplicarse, mejorando, de nuevo, las expectativas. Así, todo indicaría que el país terminaría el año con un robusto saldo comercial. Esto se da por dos variables que han cambiado en los últimos meses: el aumento de los precios de los commodities y el derrumbe de las importaciones. Esto, va a mantener el escenario futuro, más allá de quien quede mejor parado después de las elecciones.
Efectivamente, el nivel de reservas que ha venido manteniendo el gobierno, hace que las repercusiones a nivel nacional sean menores de lo previsto, porque pueden manejar el tipo de cambio a gusto, forjándolo subir centavos, como lo ha manifestado este último tiempo.

Cabe recordar, que existe algo que el gobierno debería estar pensando seriamente: las instituciones mediocres que poseen el país. Tenemos instituciones obsoletas, que deben ser cambiadas por instituciones de calidad. Esto sucede, porque desde el peronismo en adelante, las instituciones han sido las mismas, con leves cambio insignificativos, que producen una esquema institucional mediocre y obsoleto.
De esto, debe tomar conciencia el gobierno actual o futuro, porque sin este cambio estructural esencial, el crecimiento económico nacional jamás llegara a ser desarrollo integral y, seguramente, entre cinco o seis años volveremos a tener crisis de origen interno o externo.

Nicolas Pepicelli
walternicolasp@hotmail.com

jueves, 16 de abril de 2009

La Economía y las Elecciones


A escasos meses de las elecciones, que pueden signar el futuro del matrimonio Kirchner, la economía amaga con boicotear las cercanas designaciones que los argentinos viviremos en la inmediación.
Por esto, es que es más que necesario analizar que nos deparará el futuro próximo en relación a los pilares de una economía que pueden desempeñar (o mejor dicho, que van a desempeñar) un papel fundamental en las elecciones. Con ello, hago alusión a que el desempeño de la economía, para bien o para mal, va a marcar el futuro del gobierno kirchnerista y del país en su conjunto.
La economía mundial es un desastre, y nuestro país no esta exento de esto. Pues, si bien la estamos pasando mejor que la mayoría de los países denominados desarrollados, tampoco podemos decir que vamos a salir ilesos de esta eclosión internacional. Aunque, como predicen muchos, la economía argentina entra en crisis cada cinco o seis años, y siempre muestra signos de erosión contundente en la actividad, podemos afirmar que en esta ocasión el país se encuentra en una mejor situación, ya que posee mayor solidez.
La realidad nos muestra un panorama bastante oscuro, pero como se dice comúnmente en la jerga de la economía, se debe mirar no solo la foto, sino también, obviamente, la película. En este sentido, es que debemos mirar más allá de junio o julio de este año, sino lo que viene en un marco de extrema volatilidad económica a nivel mundial.
Los pronósticos que se han dado a conocer desde hace ya varios meses en torno a la crisis financiera internacional y a su repercusión en la Argentina y en los países menos desarrollados, ha sido totalmente erróneo. Pues, se han hecho predicciones que distan seriamente con la realidad, porque no solo que hemos sentido el golpe nosotros, sino que además, la economía mundial parece recuperarse con cierta anterioridad. Igual, queda mucho camino por recorrer como para aventurarnos a dar un veredicto preciso. El tiempo, como siempre, tendrá la razón a su debido momento.

En lo que respecta al tema de las elecciones y la economía argentina, los síntomas de enfriamiento económico son preocupantes. Porque, como veremos, los pilares que sustentan al modelo tambalean. Veamos los más importantes.
La situación fiscal no es del todo satisfactoria, porque se observa un marcado deterioro en el resultado, comparado con los dos últimos años y analizando las proyecciones para este año. Hasta, se especula, que pueda llegar a ser negativo, aunque realmente no creo que llegue a concretarse esa proyección.
Con respecto a la situación monetaria y financiera, se viene observando una disminución en algo más de doscientos millones en las reservas del Banco Central, siendo esto negativo en cuanto al futuro control del tipo de cambio y de la tasa de interés, pero también al nivel de retenciones. No hay que olvidarse, que se deben atender compromisos de deuda externa que, sin duda, limita la discrecionalidad.
En cuanto a la situación cambiaria, se observa un tendencia creciente en los primeros meses del año, aunque abril marco un tendencia más bien declinante, que parece estancarse en el corto plazo. Pero, como se espera un mayor precio de los productos agrícolas, la entrada de divisas puede pujar a la baja al tipo de cambio.

Ahora, en relación a los indicadores que definen el desempeño y la situación económica del país, nos encontramos con algunos de éstos en rojo, y otros con pronósticos más alentadores. Es, por ejemplo, que la creación de empleo en el último tiempo, desde comienzo de este año, se ha estancado, mostrando, además, un nuevo aumento del trabajo en negro. Síntoma de la baja calidad del entramado productivo nacional.
En cuanto al nivel de actividad, se observa que el índice se ha estancado, fundamentalmente por el freno rotundo del consumo privado que trata de ser llenado con el aumento del público. Pero, sin duda, que no tiene el mismo peso y, así, el estancamiento se puede ir acentuando.
Otro dato, no menor y positivo, es el “veranito” de los precios de las materias primas. Éste, definido así por varios analistas, puede llegar a alargarse durante gran parte del 2009, pues el dragón chino no disminuirá abruptamente el consumo de materias primas, mostrando un signo positivo para la Argentina. Si esto perdura, las predicciones pesimistas serán equivocadas y las posibilidades de salir antes de la crisis se corresponderían.

Para finalizar, no sin saber que han quedado afuera de este breve análisis varios puntos importantes, como por ejemplo la preocupante inflación, podemos avizorar que las elecciones nos serán fáciles para el país, porque lo que predomina es una incertidumbre feroz, que no va a ser eliminada en el corto plazo, sino más bien a mediano-largo plazo.
La crisis internacional golpea a la economía de nuestro país, y las elecciones no estarán ajenas a esta realidad sofocante. Qué sucederá, es la pregunta que se hacen muchos, y que nadie sabe. El tiempo, una vez más, signara el futuro.

Nicolas Pepicelli
walternicolasp@hotmail.com
nicolaspepicelli@hotmail.com

miércoles, 18 de marzo de 2009

Crisis Monetarias y Cambiarias

Los Enfoques y Etapas Que La Teorizan

En este breve bosquejo sobre los enfoques que dan explicación a las distintas crisis monetarias y cambiarias, que han suscitado en estos últimos años a nivel internacional, trato de exponer un poco de teoría económica, que no comúnmente se encuentra a la vista en los libros de economía más conocidos. En este caso, creo conveniente consignar las características que confluyen en cada uno de estos enfoques novedosos. Aclaro, justificándome, que la información disponible es exigua. Pero, como todos matices que confluyen en una nueva y alternativa explicación, la realidad dejará mostrar su validez o ineficacia.

Con esto quiero dar pie a la explicación propiamente dicha sobre las etapas o enfoques sobre el probable causante de las crisis cambiarias y monetarias. Con ello, aviso, que mi objetivo es hacer un efímero relato sobre estas cuestiones básicas de la economía internacional. Es que, con la crisis reinante que sacude a los Estados Unidos y Europa, se hace necesario entender como podría acontecer un eventual ataque especulativo, sobre todo en Europa, por parte de los operadores privados de los mercados financieros internacionales.

Fue, entonces, que a partir del año 1973, cuando sacude al mercado internacional otra crisis económica, que obliga, prácticamente, a abandonar los tipos de cambio fijos al dólar, y abocarse a los tipos flexibles. Estas crisis monetarias y cambiarias que parecen amenazar con convertirse en elementos de inestabilidad financiera mundial permanente, se han convertido en cuestiones bastantes polémicas por confluir en la merma de la autonomía de las políticas económicas nacionales, dejando casi sin poder de actuación a las autoridades.

Vemos, así, que la literatura que teoriza estas crisis, ya cuenta con tres etapas bien definidas: son los enfoques clásico, moderno y de síntesis. Las dos primeras se consideran, prácticamente, antagónicas, mientras que la tercera confluye a ambas teorías opuestas. Ahora intentaremos explicar cada uno de estas teorías o enfoques, analizando lo que consideran como causas de crisis monetarias y cambiarias.

Así, el primer enfoque, llamado Clásico, sobre las crisis monetarias y cambiarias considera que el elemento esencial de éstas, son los ataques especulativos. Éstos, son las ventas masivas por parte de los operadores de los mercados financieros de los activos denominados en la moneda de un país, con el propósito de lograr devaluar ésta divisa.

La clave sustancial puede situarse en la idea de que la causa última de las crisis, que el ataque especulativos sobre una moneda detona, es la incompatibilidad entre el compromiso de estabilidad del tipo de cambio asumido por el gobierno y alguna política incoherente con tal objetivo de estabilidad cambiaria. Entonces, la responsabilidad de los ataques radicaría en las autoridades gubernamentales encargadas de coordinar las medidas de política económica. La solución más tomada por los clásicos, sería no adoptar posturas incoherentes e insolventes, a nivel económico y político, o sea, todo lo contrario, conseguir la coherencia y solvencia, objetivo nada fácil, en lo político y económico.

Aunque, en realidad, éste enfoque no sirvió absolutamente de nada para entender las tormentas monetarias de Europa en los años 1992/93, porque ésta tuvo dos hechos totalmente distintos: por un lado, existían países solventes que vieron atacadas sus monedas, sin que existiera incoherencia entre las políticas cambiarias y económicas. Por el otro, la previsibilidad no ensamblaba, ya que los mercados financieros no se anticiparon a la crisis y ataques especulativos, pues los tipos de interés se mantuvieron bastantes tranquilos hasta por lo menos un mes antes.

Esto dio pie, como era de esperarse, a un nuevo enfoque, siendo la explicación alternativa y denominada enfoque moderno. Éste, centra su atención en el ingrediente esencial que tienen los operadores privados, que es su enorme poder financiero en los mercados internacionales, con expectativas self-fulfilling (autocorrección).

Aquí, puede haber dos configuraciones posibles: una, donde los operadores consideran que se va a devaluar, por eso, para beneficiarse, venden masivamente, o sea atacan, y terminan ocasionando la devaluación. En cambio, la otra, cuando los operadores no creen que se vaya a devaluar, entonces no venden la moneda correspondiente, o sea no atacan, y no se produce, así, la devaluación. En ambos casos, las expectativas se terminarán cumpliendo, porque éstas tienen fuerza suficiente, dado los enormes recursos que manejan los operadores internacionales, para conducir al resultado deseado o esperado de sus expectativas, siendo estas de carácter self-fulfilling. Lo que termina convirtiendo ese elemento psicológico en totalmente decisivo.

En este segundo enfoque, son los operadores los que desplazan el mercado, siendo antes (en el enfoque clásico) las incoherencias, incluso cuando los factores económicos eran sólidos. Además, este enfoque resalta el papel de las autoridades económicas, ya que una vez que se asegura la estabilidad cambiaria, lo que hacen es evaluar si le conviene o no seguir con esa postura. Esto, sucede así, porque (a) si cambia la postura, perderá credibilidad internacional para conseguir inversiones futuras, pero (b) si continúa con su postura, el tipo de cambio puede quedar sobrevalorado (con los conocidos efectos negativos: aumento del desempleo, pérdida de competitividad y cuantioso déficit comercial).

Los dos ingredientes de este enfoque moderno, (el self-fulfilling de las expectativas de los operadores y la relativización del compromiso cambiario) configuran un margen de ambigüedad que ocasiona que se den situaciones donde los ataques especulativos y la posibilidad de crisis sean recurrentes, introduciendo una dosis de inestabilidad y/o incertidumbre en el sistema financiero internacional. Así, termina dando pie a otra nueva alternativa para explicar a las crisis cambiarias y monetarias.

Esta tercer y última alternativa, que se ha venido planteando desde hace algún tiempo, es denominado enfoque de síntesis. El mismo, es una combinación y, podemos decirlo, una posible superación de los anteriores, con sus ingredientes. Este enfoque sugiere que, muchos países, en muchos momentos, no están en una posición tan sólida como para que los ataques sea impensados, pero tampoco se encuentran en una situación tal de fragilidad como para que los mismos sean impensables, inevitables. Se configura así, y allí, una zona de vulnerabilidad donde el ataque es posible pero no inevitable.

Combinando los aspectos de la coherencia de las políticas de los países con las ambigüedades derivadas de los operadores de gran poder, es donde tienden a concentrarse los estudios sobre los factores que desempeñan y desencadenan la vulnerabilidad.

Entre los factores de vulnerabilidad, desde el punto de vista económico, se han señalado los siguientes: a) Desempleo (de ser elevado, disminuye el margen de maniobra); b) Déficit Público Excesivo; c) Fragilidad del Sistema Financiero Doméstico (para soportar retiradas de capital); d) Corrupción (privatizaciones dudosas, entre otras); e) Excesivo Endeudamiento de las Empresas (aumenta la debilidad real ante posibles crisis); f) Impactos de Créditos Hipotecarios sobre la Distribución de la Renta; y g) Maduración de la Deuda (continua necesidad de refinanciarla).

La implicancia de este enfoque, son la necesidad de cambiar con rigor y credibilidad la política económica de los gobiernos, tanto los aspectos macroeconómicos como los microeconómicos y estructurales.

Brevemente, como corolario, queda demostrado que el problema de las crisis cambiarias y monetarias son de discutibles causas. Ahora bien, como solucionarlas y anticiparlas eficazmente, es una materia pendiente.



Nicolas Pepicelli
walternicolasp@hotmail.com
nicolaspepicelli@hotmail.com