miércoles, 18 de marzo de 2009

Crisis Monetarias y Cambiarias

Los Enfoques y Etapas Que La Teorizan

En este breve bosquejo sobre los enfoques que dan explicación a las distintas crisis monetarias y cambiarias, que han suscitado en estos últimos años a nivel internacional, trato de exponer un poco de teoría económica, que no comúnmente se encuentra a la vista en los libros de economía más conocidos. En este caso, creo conveniente consignar las características que confluyen en cada uno de estos enfoques novedosos. Aclaro, justificándome, que la información disponible es exigua. Pero, como todos matices que confluyen en una nueva y alternativa explicación, la realidad dejará mostrar su validez o ineficacia.

Con esto quiero dar pie a la explicación propiamente dicha sobre las etapas o enfoques sobre el probable causante de las crisis cambiarias y monetarias. Con ello, aviso, que mi objetivo es hacer un efímero relato sobre estas cuestiones básicas de la economía internacional. Es que, con la crisis reinante que sacude a los Estados Unidos y Europa, se hace necesario entender como podría acontecer un eventual ataque especulativo, sobre todo en Europa, por parte de los operadores privados de los mercados financieros internacionales.

Fue, entonces, que a partir del año 1973, cuando sacude al mercado internacional otra crisis económica, que obliga, prácticamente, a abandonar los tipos de cambio fijos al dólar, y abocarse a los tipos flexibles. Estas crisis monetarias y cambiarias que parecen amenazar con convertirse en elementos de inestabilidad financiera mundial permanente, se han convertido en cuestiones bastantes polémicas por confluir en la merma de la autonomía de las políticas económicas nacionales, dejando casi sin poder de actuación a las autoridades.

Vemos, así, que la literatura que teoriza estas crisis, ya cuenta con tres etapas bien definidas: son los enfoques clásico, moderno y de síntesis. Las dos primeras se consideran, prácticamente, antagónicas, mientras que la tercera confluye a ambas teorías opuestas. Ahora intentaremos explicar cada uno de estas teorías o enfoques, analizando lo que consideran como causas de crisis monetarias y cambiarias.

Así, el primer enfoque, llamado Clásico, sobre las crisis monetarias y cambiarias considera que el elemento esencial de éstas, son los ataques especulativos. Éstos, son las ventas masivas por parte de los operadores de los mercados financieros de los activos denominados en la moneda de un país, con el propósito de lograr devaluar ésta divisa.

La clave sustancial puede situarse en la idea de que la causa última de las crisis, que el ataque especulativos sobre una moneda detona, es la incompatibilidad entre el compromiso de estabilidad del tipo de cambio asumido por el gobierno y alguna política incoherente con tal objetivo de estabilidad cambiaria. Entonces, la responsabilidad de los ataques radicaría en las autoridades gubernamentales encargadas de coordinar las medidas de política económica. La solución más tomada por los clásicos, sería no adoptar posturas incoherentes e insolventes, a nivel económico y político, o sea, todo lo contrario, conseguir la coherencia y solvencia, objetivo nada fácil, en lo político y económico.

Aunque, en realidad, éste enfoque no sirvió absolutamente de nada para entender las tormentas monetarias de Europa en los años 1992/93, porque ésta tuvo dos hechos totalmente distintos: por un lado, existían países solventes que vieron atacadas sus monedas, sin que existiera incoherencia entre las políticas cambiarias y económicas. Por el otro, la previsibilidad no ensamblaba, ya que los mercados financieros no se anticiparon a la crisis y ataques especulativos, pues los tipos de interés se mantuvieron bastantes tranquilos hasta por lo menos un mes antes.

Esto dio pie, como era de esperarse, a un nuevo enfoque, siendo la explicación alternativa y denominada enfoque moderno. Éste, centra su atención en el ingrediente esencial que tienen los operadores privados, que es su enorme poder financiero en los mercados internacionales, con expectativas self-fulfilling (autocorrección).

Aquí, puede haber dos configuraciones posibles: una, donde los operadores consideran que se va a devaluar, por eso, para beneficiarse, venden masivamente, o sea atacan, y terminan ocasionando la devaluación. En cambio, la otra, cuando los operadores no creen que se vaya a devaluar, entonces no venden la moneda correspondiente, o sea no atacan, y no se produce, así, la devaluación. En ambos casos, las expectativas se terminarán cumpliendo, porque éstas tienen fuerza suficiente, dado los enormes recursos que manejan los operadores internacionales, para conducir al resultado deseado o esperado de sus expectativas, siendo estas de carácter self-fulfilling. Lo que termina convirtiendo ese elemento psicológico en totalmente decisivo.

En este segundo enfoque, son los operadores los que desplazan el mercado, siendo antes (en el enfoque clásico) las incoherencias, incluso cuando los factores económicos eran sólidos. Además, este enfoque resalta el papel de las autoridades económicas, ya que una vez que se asegura la estabilidad cambiaria, lo que hacen es evaluar si le conviene o no seguir con esa postura. Esto, sucede así, porque (a) si cambia la postura, perderá credibilidad internacional para conseguir inversiones futuras, pero (b) si continúa con su postura, el tipo de cambio puede quedar sobrevalorado (con los conocidos efectos negativos: aumento del desempleo, pérdida de competitividad y cuantioso déficit comercial).

Los dos ingredientes de este enfoque moderno, (el self-fulfilling de las expectativas de los operadores y la relativización del compromiso cambiario) configuran un margen de ambigüedad que ocasiona que se den situaciones donde los ataques especulativos y la posibilidad de crisis sean recurrentes, introduciendo una dosis de inestabilidad y/o incertidumbre en el sistema financiero internacional. Así, termina dando pie a otra nueva alternativa para explicar a las crisis cambiarias y monetarias.

Esta tercer y última alternativa, que se ha venido planteando desde hace algún tiempo, es denominado enfoque de síntesis. El mismo, es una combinación y, podemos decirlo, una posible superación de los anteriores, con sus ingredientes. Este enfoque sugiere que, muchos países, en muchos momentos, no están en una posición tan sólida como para que los ataques sea impensados, pero tampoco se encuentran en una situación tal de fragilidad como para que los mismos sean impensables, inevitables. Se configura así, y allí, una zona de vulnerabilidad donde el ataque es posible pero no inevitable.

Combinando los aspectos de la coherencia de las políticas de los países con las ambigüedades derivadas de los operadores de gran poder, es donde tienden a concentrarse los estudios sobre los factores que desempeñan y desencadenan la vulnerabilidad.

Entre los factores de vulnerabilidad, desde el punto de vista económico, se han señalado los siguientes: a) Desempleo (de ser elevado, disminuye el margen de maniobra); b) Déficit Público Excesivo; c) Fragilidad del Sistema Financiero Doméstico (para soportar retiradas de capital); d) Corrupción (privatizaciones dudosas, entre otras); e) Excesivo Endeudamiento de las Empresas (aumenta la debilidad real ante posibles crisis); f) Impactos de Créditos Hipotecarios sobre la Distribución de la Renta; y g) Maduración de la Deuda (continua necesidad de refinanciarla).

La implicancia de este enfoque, son la necesidad de cambiar con rigor y credibilidad la política económica de los gobiernos, tanto los aspectos macroeconómicos como los microeconómicos y estructurales.

Brevemente, como corolario, queda demostrado que el problema de las crisis cambiarias y monetarias son de discutibles causas. Ahora bien, como solucionarlas y anticiparlas eficazmente, es una materia pendiente.



Nicolas Pepicelli
walternicolasp@hotmail.com
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