miércoles, 2 de septiembre de 2009

¿Que pasará con la Crisis Económica Internacional?

En los últimos días, y semanas también, veníamos observando una leve, pero importante, mejora en las condiciones de la economía mundial. Datos que alegraran a más de uno no faltaban: muchos analistas avisaban que la demanda de China enfatizaba la sojización tanto a nivel mundial como en la esfera nacional, remarcando que los precios seguirán fuertes; además, remarcaban que en las economías más grandes (y las más golpeadas por esta crisis financiera) iban mostrando datos positivos, donde se exhibían como se iba dejando atrás la recesión-estanflación; también, se presentaban ganancias que hacían percibir que lo peor de la crisis había quedado atrás, donde las mayores bolsas del planeta mostraban signos positivos.

Estos temas, entro otros, hacían gala de que la crisis económica internacional, que en agosto pasado cumplió dos años, se la miraba prácticamente por el retrovisor. Esto significaba muchas buenas noticias para nuestro país, porque el impulso mayor de los últimos años lo venía dando la economía internacional. ¿Por qué? La realidad nos mostraba que argentina debía corregir serios problemas que hasta el momento tampoco han sido resueltos. Entre ellos resaltaban, y lo sigue haciendo, la incertidumbre que genera la intervención del INDEC, que proporciona la información económica esencial que todo agente económico necesita para invertir, comprar, consumir, gastar, etc., en el entramado productivo nacional. De esta manera, argentina ve sufrir severas consecuencias a largo plazo.

Pero, en definitiva, más allá de los problemas internos que posee la economía nacional desde hace un tiempo, ahora nos podríamos volver a enfrentar con problemas que provienen de manera externa.

Es así, que en los informes que han venido presentando el FMI en las últimas semanas, estiman que la caída se detuvo y que en el trimestre final del año 2009 la tendencia es hacía arriba. Esto viene de la mano de los informes elaborados por privados que indican que la caída dejo de ser tal hace unos meses, para comenzar la cuesta ascendente en lo que falta de este año.

Además, como decíamos anteriormente, las economías más importantes del planeta, como China y los Estados Unidos, venían mostrando datos sumamente positivos, que esperanzaban a más de uno. En el caso particular de nuestros vecinos del norte, se confirmó que la recesión había quedado atrás aunque el mercado laboral seguiría débil por un tiempo, mientras que del gigante asiático se reveló que su economía volvería a crecer en un porcentaje cercano al 10%.

Entonces, hasta el momento seguíamos con datos positivos, que hacían presagiar que lo peor había quedado atrás. Pero en estos días, más precisamente el fin de semana pasado, ocurrieron dos hechos que trajeron dudas e incertidumbre en la economía global.

Uno de los casos particulares fue el de Japón, que con el triunfo opositor después de 54 años de gobierno conservador, ocasionó que los agentes sintieran dudas, logrando que la bolsa de Tokio cierre con una ligera caída del 0,4%. Este dato no es menor, ya que muchos analistas dudan sobre las acciones que llevará el nuevo gobierno nipón, pues carecen de experiencia en el gobierno y, de esta manera, podrán aplicar su gran programa social: subsidios, reducción de impuestos, etc. Los dos puntos nombrados, explican el grado de desconfianza en los inversores, que salieron del mercado e hicieron caer levemente la bolsa.

El caso más importante, por su “misión” de ser la nueva locomotora económica internacional en un futuro no tan lejano, es el de China, que tras el anuncio de que los préstamos bancarios podrían disminuir por debajo de los 44.000 millones de dólares, restando liquidez a la economía, presagiaron un mal desenvolvimiento que llegaría a no lograr el crecimiento del 10% para el año que viene.

Siendo China una potente economía tanto actual como en un futuro, es que el desplome de la bolsa de Shanghai (casi el 7%) hace que las predicciones sobre la expansión para el 2010 pudieran no cumplirse, ocasionado que los inversionistas huyan del mercado hacía zonas más rentables y de menor incertidumbre. Esto generó, y seguirá generando, miradas atentas a lo que pasa del otro lado del planeta, porque si no muestra signos de mejoría en los próximos días, los informes y las tendencias variaran significativamente, generando mayores dudas.

De esta manera, y concluyendo, debemos ver que también hay datos positivos, porque la economía de Brasil ha venido creciendo desde hace un tiempo y no parece aminorar su marcha. Definitivamente, los datos de Japón y China pueden ser un aviso a que la crisis se profundice en este año, y que no se logre salir hasta mediados del año que viene. Pero, también puede ser solo una falsa alarma, una anécdota. Solo el tiempo, en este caso, tendrá la razón.


walternicolasp@hotmail.com
Nicolás Pepicelli