domingo, 6 de abril de 2008

América Latina periférica

En esta nota destinada a América Latina (espacio geográfico que abarca Centroamérica y Sudamérica) intentaré explicar, brevemente, porque son explotados nuestros pueblos.

Fuente Foto: De oriente a occidente
Si bien desde hace ya varios años que existe el término globalización o mundialización, utilizado comúnmente para distinguir los fenómenos interdependientes a escala internacional de las sociedades actuales, surge como resultado de la internacionalización cada vez más resaltada de los procesos económicos, de los conflictos sociales y de los fenómenos político-culturales, ya surgidos por la década del setenta. Así, vemos que la división “Internacional” del trabajo reside en que a cada país del mundo se le asigne una función diferente en el proceso de metamorfosis, dando como resultado el aumento de la producción total y la igualación de los precios de los factores.
Proceso, según la teoría de los términos de intercambio, beneficia a los países industrializados (o centrales) y perjudica a los países productores de materias primas (o periféricos). Por esto, nuestras naciones latinas son explotadas por los países Europeos y por los Estados Unidos, ya que ellos nos compran las materias a nosotros. Materias que son el fruto de nuestro trabajo, o sea, que nosotros somos los trabajadores que ellos necesitan para llevar adelante sus productos industrializados.
Asimismo, nuestra querida América Latina, se especializó históricamente en perder, desde los más remotos tiempos; la región desde entonces ha trabajado de sirvienta y continua (y continuará) haciéndolo al servicio de las necesidades de los países desarrollados, como fuente y reserva de materias primas y de recursos naturales con destino a los países ricos que ganan, derrochándolos, mucho más de lo que gana América Latina originándolos.
En la actualidad, América es, para el mundo entero, nada más que los Estados Unidos: nosotros habitamos una América de segunda clase, una América inferior, sin nombre propio, pero con mucha materia prima para los opulentos que se viven apoderando de ellas. El resto de América, es América Latina, un grupo de países que tienen identificación extirpada y aniquilada. Que solo existe cuando necesitan materias para alimentarse y para crear nuevos productos con mayor valor agregado al que nosotros podemos darle.
Los Estados Unidos, este país que tanto mal le ha consumado al mundo globalizado, este imperio de las mentiras, poco a poco va a terminarse derrumbando, sin dejar rastros.
Por lo tanto, hay que denunciar a los países poderosos del viejo continente, Europa, de despojarnos de nuestras materias a cambio de una deuda impagable, pues la deuda no es externa, sino que es eterna. En si, Latinoamérica, ha perdido. Otros vencieron. Así es el capitalismo, unos ganan (comúnmente lo ricos, que son siempre menos) y otros pierden (seguramente los pobres, que son cada vez más).
Pero ocurre que quienes vencieron, vencieron gracias a que nosotros perdimos, porque nuestra derrota, inferioridad y fracaso, estuvo constantemente incluida en la victoria indebida de los demás; nuestra riqueza ha creado siempre nuestra penuria, alimentando el bienestar de los opulentos del viejo continente y de los Estados Unidos. Estos países que se llevaron todos nuestros recursos, ellos fueron los que nos dejaron toda una vida de carencias insatisfechas.
Estos nunca vivieron de su sudor, sino que han vivido de nuestro sudor, sudor sano, limpio y con grandeza; por que eso nunca nos falto, la grandeza de seguir adelante y no bajar la cabeza nunca para luchar por lo nuestro.
Este capitalismo, el capitalismo de las grandes potencias industrializadas, nos ha llevado a la debacle indefinida. Este sistema es tan irracional, que cuanto más se desarrolla, más se profundizan sus desequilibrios, sus tensiones y sus contradicciones, ocasionando trastornos a los países desarrollados y, también, a los no desarrollados. El capitalismo de los tiempos modernos, por la propia lógica de la expansión mundial, produce una desigualdad creciente entre quienes participan de este sistema imperante.
La mundialización se caracteriza, entonces, por la acentuación de los conflictos en el seno del sistema y por la precipitación de la colonización de las periferias. La mundialización actual proporciona al sistema económico capitalista una superioridad de poder.
Pero, todo esto, de a poco ha cambiado, dejando de lado la realidad de la teoría de los términos de intercambio. Hoy día, los precios de los materiales industriales vienen en declive pronunciado desde hace varios años, en cambio, los productos de origen rural están creciendo indiscutidamente, ocasionando inflación mundial. Tema que desarrollaré en la próxima nota.

Nicolás Pepicelli

Estudiante de Economía

walternicolasp@hotmail.com

3 comentarios:

Iván Marcos Antón dijo...

Las venas abiertas de América Latina.Después te hago un comentario bien, ando medio apurado. Ivantologico(homo economicus) ya es una realidad.Pasate.

marianela dijo...

Buena nota,Buen análisis, aunque muy critica. Creo que podemos unirnos y, desde nuestra condición, poder desarrollar el mayor valor agregado posible, desde la producción agroindustrial sobre todo. Creando producción innovadora, algo que no tenga este mundo tan mundializado y fragmentado a la vez.Productos que nos hagan "especiales"... Siempre es bueno mirar atrás y ver nuestros errores y también lo que nos toca de la torta mundial siendo productores de materias primas. Lo importante, después de ese análisis, es mirar hacia adelante y ver las oportunidades que tenemos como nación y parte de una región mundial. Es una idea, muy criticable por supuesto. saludos

Lic. Nicolás Pepicelli dijo...

Marianela, considero que es muy probable que en un futuro no muy lejano, esta region acechada constantemente desde tiempos inospitos, sea una regíon competitivamente fuerte. La cuestion seria si nosostros como region, hablo de Argentina,Brasil,Venezuela, Ecuador y Bolivia (futuro Mercosur), estamos preparados para afrontar dicha responsabilidad a nivel mundial. Esto lo voy a escribir dentro de poco, la idea esta rondando en mi cabeza. Saludos Niconomia