sábado, 29 de noviembre de 2008

¿El Blindaje Deteriorado?

Como consecuencia de distintos informes y notas expuestas en los últimos meses en la República Argentina, es que me veo en la impronta de indagar sobre las reales consecuencias del famoso blindaje económico nacional o, desde la otra orilla del río, del acoplamiento a la infructuosa crisis internacional financiera.

Pues, durante este último tiempo, han salido del “freezer” varios economistas remarcando las grietas que posee nuestra economía con vistas a que las aguas de la crisis mundial nos mueva el barco. Pero, a principios de año y en medio del conflicto (casi armado) entre el campo y el gobierno, se escuchaban voces avizorando que nuestra economía se encontraba perfectamente y, era muy posible, que no sufriera daños colaterales cuando nos chocara de frente la turbulencia internacional.

La idea es analizar las debilidades y fortalezas que posee la economía nacional para poder sacar la conclusión más acertada. Por ello, es conveniente empezar por las debilidades y concluir con las fortalezas, pues, así, concluiremos de manera más adecuada.

Debilidades

Desde que los Kirchner, en 2003, amarraron la economía a los dos pilares más esenciales de su modelo, a saber, superávit comercial y fiscal, los argentinos nos sentimos mejor, pues el empleo comenzó a crecer y la desigualdad disminuyó claramente. Es que, tanto el desempleo como la desigualdad, fueron dos de las más grandes ausentes a finales de la década del noventa, repercutiendo en el malestar de la gente que se sentía insegura y con alta incertidumbre a futuro a mediano plazo.

De esta manera, las debilidades más acuciantes que posee la economía nacional son, de acuerdo con voces desde el freezer, las siguientes:

1. La Inflación: a estas alturas se encuentra en niveles excesivamente alta, alrededor de los 30 puntos porcentuales, que perjudica al poder de compra de los ciudadanos, pues, además, los salarios dejarán de crecer y se estancarán o disminuirán. Es que la crisis a golpeado a sendos sectores que han empezado a despedir personal, más por miedo que por necesidad. Aunque, así, es probable que la inflación deje de crecer, pero en estos momentos sigue con la escala del año, ubicándose en niveles altos.

2. Disminución del Precio de los Commodities: esto, se debe a que la crisis afectó a países que demandaban grandes cantidades de nuestros recursos exportables y los especuladores se retiran de este mercado volviendo a invertir en países más seguros. Esta disminución afectará a las cuentas fiscales y externas, reduciendo los superávit y dejando al gobierno con menos margen de maniobras discrecionales.

3. Disminución del Crecimiento Económico: la misma afectará claramente a la recaudación de impuestos y desmejorara las cuentas fiscales, además de que la cantidad de empleo se verá reducida y la incertidumbre de los argentinos volverá a aflorar.

4. Industria: los sectores de la industria nacional vienen sufriendo las consecuencias de la turbulencia, pues han empezado a despedir personal y ven una disminución de sus ventas que les imposibilita invertir (inversión que escatimaban desde siempre). Esto, convergirá aún más en el crecimiento económico frenándolo todavía más.

Ahora, se observa claramente que las debilidades no son para dejar de lado, más precisamente, son desequilibrios que pueden afectar el bienestar de los ciudadanos argentinos. Pero, como contrapartida de estos factores negativos, existen algunos factores positivos que atenúan las consecuencias de la crisis internacional.

Fortalezas

Cuando analizamos las fortalezas, debemos centrarnos en factores que puedan servir de barrera para frenar o amortiguar la turbulencia internacional. Es que el modelo kirchnerista con sus dos pilares esenciales, superávit comercial y fiscal, posee algunos baluartes interesantes. Estos, haciendo eco de varios comentarios, en este caso son voces desde el gobierno, son los siguientes:

1. Nivel de Reservas: éstas, que ascienden a los casi 50.000 millones, es una impresionante fortaleza, aunque no es la muralla China. Por esto, el gobierno puede actuar discrecionalmente por un tiempo necesariamente prudente y de mediano plazo. Éstas, son consecuencia de las actuaciones del gobierno en los superávit y, también, por el crecimiento de los últimos años. Así, el gobierno se permite actuar sobre algunas variables para que las secuelas de la perturbación no sea demasiada profunda.

2. La Baja del Precio del Petróleo y Gas: esto conlleva a que el gobierno deba destinar menos dinero a los subsidios para frenar la inflación, mitigando el impacto de menores ingresos por retenciones por la baja del precio de las materias primas.

3. Menores Importaciones: la disminución de las importaciones por el menor nivel de actividad será un importante factor que mejorará el blindaje por la caída de las exportaciones. Así, el país se beneficiará con respecto al balance comercial, que podrá lograr que no caiga en rojo o, si lo hace, que sea apenas naranja.

4. Aislamiento Externo: con respecto al cierre de endeudamiento externo por la creciente crisis financiera internacional, Argentina se encuentra satisfactoriamente bien. Pues no depende en gran medida, como otros países, de préstamos globales para hacer frente a sus obligaciones de deuda y para financiar sus actividades.

Conclusión

Para finalizar, podemos afirmar que si bien Argentina se encuentra en mejor situación que cuando emergió la crisis de finales de los noventa, pues hay dinero para afrontar una posible recesión de corto plazo, también hay que saber observar que existen algunas variables que, si no se normalizan y se equilibran, pueden arrastrar a la economía nacional a una debacle peor de lo esperado.



Walter Nicolás Pepicelli
walternicolasp@hotmail.com

jueves, 30 de octubre de 2008

Crecimiento Económico Argentino:

¿Realidad o Mentira?

En nuestro país nos encontramos, comúnmente, ante la idea de que jamás podremos crecer, económicamente hablando, de manera constante. Por eso, cuando analizamos la realidad nacional en torno a esto, vemos distintas notas que nos dicen una u otra cosa, con sus fundamentos, pero que no abarcan el tema a lo largo y ancho del mismo.

Vemos, que cualquier tipo de analista de la actualidad hace lobby constantemente, exponiendo que no podrá, la Argentina, obtener ese tan ansiado crecimiento sostenido a lo largo años. En cambio, otros sacuden el avispero, anunciando que el gobierno sigue haciendo las cosas decididamente bien y que nos encaminamos hacía un período de crecimiento totalmente sostenido y por más años de lo que cualquiera se puede imaginar.

Considero, en este aspecto, analizar cada uno de los componentes con los cuales el crecimiento puede o no ser sostenido. Sabemos, que para que sea perpetuo debe cumplir con todos los aspectos necesarios, cosa que es muy difícil, pero no imposible.

Así, considero, tomando a otros autores, que las fuentes para que el crecimiento sea sostenido, perpetuo y prolongado, deben ser las siguientes:

Þ Un continuo aumento del cambio tecnológico;

Þ Una mejora constante de la productividad del capital; y

Þ Una mejora continua de la productividad del trabajo.

En este caso, para que cada uno de estos pilares esenciales se desarrolle satisfactoriamente deberá de haber inversión en investigación y desarrollo, en el capital y en la educación. Además, de la inversión en infraestructura, que posibilita la disminución de costos, aumentando la eficiencia y, así, la productividad.

En el caso particular del cambio tecnológico, observamos que en nuestro país carecemos, desde siempre prácticamente, de un proceso tan importante como éste. Es así como, la inversión necesaria para conseguir un cambio tecnológico satisfactorio, con miras a conquistar un aumento en la productividad, beneficiando a las empresas poseedoras del mismo, esta menguado, es acostumbradamente nulo.

Siguiendo la línea, la productividad del capital nacional es cada vez más precaria, pues sin la inversión en tecnología cada vez mejor, difícilmente se constituya un país eficientemente productivo. Generando, de ésta manera, un tremendo déficit en la productividad, cuestión que perjudica también a la productividad del trabajo.

Así, el tercer eslabón de la cadena del crecimiento, esta considerablemente parada. Porque, cuando analizamos, brevemente, a la inversión que genera una mayor capacidad en el trabajo, la educación y la experiencia laboral, nos encontramos con atroces dificultades.

Es que, siguiendo con la productividad del trabajo, la educación pasa, en estos momentos, quizás, por uno de los peores momentos de la historia en nuestro país. En cuanto a la experiencia, con cada crisis que subsiste nuestra tan golpeada nación (una cada seis años), los trabajadores van de trabajo en trabajo, sin conseguir la experiencia necesaria para dominar el mercado de su trabajo constante.

Por otro lado, los tres pilares esenciales que considero para conseguir un constante y mejor aumento del bienestar de la población, por medio del crecimiento sostenido y del desarrollo económico, comparten una variable común: la inversión.

En este caso, es esencial que el país controle la inversión nacional, logando un continuo aumento de la misma desde las dos esferas: la pública y la privada. Si bien la pública es la variable que maneja con discrecionalidad, pues es parte de su política económica, cabe en ella una consideración de que no es tan primordial como las demás variables económicas. En cambio, sobre la privada no tiene las riendas sobre sus manos, pero debería considerar la manera de aumentar la misma, por medio de incentivos económicos.

Con estas dos variables en continuo aumento, es más que difícil que a algún gobierno se le escape la manera de conseguir el tan ansiado crecimiento sostenido. Mejorando, de esta manera, al bienestar de la Argentina. Población que, sin dudas, esta en constante disminución de mejoras en su calidad de vida, consiguiendo que cada día entren en la pobreza y en la indigencia a miles de compatriotas.


Nicolás Pepicelli
walternicolasp@hotmail.com

miércoles, 22 de octubre de 2008

Noticias sobre la Crisis Financiera


No cabe dudas, cuando vemos las noticias, día a día, en los diarios, revistas o en la televisión, de que las mismas pueden tener distintas alcances. Podemos ver, por un lado, que cuando el gobierno nacional anuncio que iba a modificar (eliminar) el régimen privado de jubilación, la bolsa porteña se desmoronó.
En cambio, por otro lado, cuando, en Estados Unidos y Europa, decidieron dar la noticia de estatizar una parte de los banco que se encontraban en problemas de solvencia, que podrían llegar a hundir al sistema global, las bolsas mundiales se levantaron de las cenizas de las semanas anteriores, para emprender una alza enorme.
Queda claro, entones, que los gobiernos, ya sean nacionales o extranjeros, deberían tomar nota de estas enseñanzas actuales, para no hacer todo lo posible para dar malas noticias a los especuladores internacionales, pues de esta manera se profundizaría aún más la tormentosa y turbulenta crisis palpitante.
No esta de más aclarar, que las cosas en argentina se encuentran bastante mal, después de la estrepitosa caída del Merval (en torno al 11%).
La disyuntiva del momento, se centra alrededor del debate sobre que es lo que se debería salvar ante la eminente sacudida mundial. En esta querella, los temas propuestos son, salvar a los bancos o, del otro lado, salvar a la producción.
Esta disyuntiva merece un análisis más profundo, donde ninguna de las dos extremidades deberían dejarse caer al vacío. Pues, las dos son indispensables, ya que una sin la otra no podría sobrevivir. Es por eso, que dejar que lo bancos o la producción quiebren sería un gran error para el futuro.
De esta manera, se seguirán dando noticias malas a los agentes económicos, que en este momento tan complejo se mueven por las expectativas adaptadas a la realidad cambiante. Ya que cuando se muestran en distintos medios de comunicación que se aplica una medida para salvaguardar el sistema, ven en ello un índice de buena salud de la economía e invierten haciendo subir las bolsas. Pero, en contraste, cuando perciben que se siguen llevando adelante políticas que pueden perjudicar y que crean incertidumbre, salen del mercado para llevar a las bolsas a la baja.
Aclaro, para algún desprevenido, que estas noticias buenas o malas, no son las únicas que definen las tendencias en los mercados. Pero, ayudan en gran medida a que la línea sigua para abajo o arriba. Perjudicando o beneficiando a los mercados especulativos.
Así, existen a mí entender dos factores decisivos: uno por el lado del desencadenamiento de la crisis y otro por el lado del acrecentamiento de la misma. En el primer lugar, podemos ubicar a los créditos subprime otorgados por los bancos norteamericanos. Estos préstamos, denominados basura, fueron entregados a personas o empresas que se sabía de antemano que no iban a poder cumplir con sus obligaciones posteriores. Desencadenando la reinante y turbulenta crisis, que dio el marco natural para que, en estos momentos, afluyan una considerada volatilidad e incertidumbre.
Por el otro lado, el del acrecentamiento, encontramos con la gran afluencia de dinero virtual que subsiste en el mercado especulativo internacional. Es que, cuando analizamos la cantidad de dinero que se moviliza con las especulaciones mundiales, vemos que la gran mayoría es dinero ficticio, mientras que un porcentaje menor es real. Esto genera grandes dificultades, ya que si los que han depositado dinero van a retirarlo de las entidades donde lo confiaron, y como estos no cuentan con mayores cantidades, terminarán quebrando, pues no tendrán lo suficiente para devolver.
Con estas cuestiones bastante visibles, es de esperar (es más un deseo) que los dueños de los países en mejores posiciones económicas no sigan dando las terribles noticias como las que salieron a la luz y que se inyecte dinero para mostrar solvencia en los bancos. Sino, de otra manera, quedándose estáticos, nada se solucionará. Ya que si dejamos todo a la mano invisible y a la divina providencia, como añoran los ortodoxos más ortodoxos, el barco se hundirá y será difícil sacarlo del fondo del mar.

jueves, 9 de octubre de 2008

El Fantasma del Crack del 29: De Vuelta A La Gran Depre(da)ción Económica



Hace escasos meses atrás, había escrito dos artículos sobre el gran desajuste o desequilibrio en las finanzas internacionales. Fue, por aquellos tiempos, que me conmovió las distintas notas sobre el tema, investigando como era este pequeño (en aquel momento) desfasaje económico. Inmiscuyéndome en la problemática, al cabo de varias lecturas realizadas sobre el tema, llegue a una conclusión sofocante: la crisis financiera internacional del “subprime” recién empezaba.

Con esta terrible noticia entre mis manos, escribí las sendas notas. Pero, en realidad, jamás considere que podría ser tan grave este desequilibrio financiero, pues con inyección de liquidez el motor de la economía, pensaba, volvería a funcionar correctamente. Viendo, ahora, como se han movido las variables (los bancos quiebran en todo el mondo, los créditos desaparecen de la escena, los cambios en los términos de intercambio, etc.) de las economías más importantes del mundo (Estados Unidos, Europa, Japón), realmente me asusta que vuelva el crack del 29 y que todo lo conseguido por las economías, sobre todo emergentes, se derrumbe de un día para el otro.

Si esto sucediera, deberían volver a empezar de cero, con una mano atrás y otra adelantes, sin más. Para colmo, para nuestro país atormentado constantemente por crisis (teóricamente una cada seis años, desde el famosos rodrigazo), nuestro mayor socio económico sufre de severos problemas. Desde hace algunas semanas viene devaluando el real (moneda que rige en ese país) y empieza, así, a preocupar la posible invasión de producto brasileros, con lo que podría hacer sentir al entramado productivo nacional una perdida considerable del mercado ganado desde el 2003.

De esta manera, vemos como la crisis financiera internacional ha impactado atrozmente en nuestro socio y vecino: Brasil. Lo que sucedió allí, fue que el aumento de los insumos importados para la producción ya ha generado que se suspendan distintas actividades en ese país. Además, esto perjudica a la región severamente, pues el país verde amárelo es el más dinámico de la región. Ahora la fiesta se les acabo.

Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional, organismo que jamás tuvo una previsión acertada de las crisis en cualquier parte del mundo, donde el mismo auditoría constantemente. Este organismo, por medio del director gerente, afirma que si se procede "con rapidez, decisión y coordinación", la crisis podrá sobrellevarse tranquilamente. O es que no sabe de economía, o es que yo sé demasiado (este es improbable, pues sino ocuparía su lugar en el Fondo), pero la realidad muestra (y la historia lo ha hecho siempre) que no se podrá salir de la crisis en la brevedad. Y, esto, es peligrosos hasta para los más beneficiados del capitalismo.

Sin embargo, la crisis reinante ya es considerada como la mayor crisis de la historia, porque sus dimensiones lo van demostrando día a día. Pues, en verdad, ya se la considera de mayor magnitud que la del 30, así que lógicamente deberían pasar varios años para volver a la senda del crecimiento mundial. Pero, como sabemos, en economía todo es incierto, tanto que la teoría de lo relativo se aplica cada día.

En tonto que, al igual que los Estados Unidos, los Bancos Europeos inyectaron al motor de la economía de la región una cantidad de liquidez suficiente como para que no sigan quebrando más entidades financieras. Esta, es una buena señal para el mercado internacional, aunque las bolsas siguen (y seguirán) cayendo, porque el monstruo financiero solo ha mostrado una parte de su enorme cuerpo.

Así las cosas, en el día de hoy la bolsa de Wall Street cayó nuevamente, en torno a los 7.33 por ciento. Nada mal para un país que mueve casi un cuarto del PBI mundial. Esto fue causado por que los inversores han considerado que los salvatajes introducidos en el sistema mundial no fue hacho a tiempo y esto no da certezas a futuro. En sí, creen que estos no podrán evitar la recesión en el planeta. Además, el Merval (índice nacional de la bolsa porteña), como era de esperarse, también cayó inexorablemente en torno al 5 por ciento, siguiendo las malas noticias de EE.UU.

Por último, una noticia que no sabemos si es graciosa o triste, explica que el reloj que marca la deuda de los Estados Unidos, ya no posee la cantidad de dígitos necesarios (tiene 13, pero le hace falta uno más: 14) para mostrar el atosigante aumento de deuda. Siendo, ésta, una nueva amarga noticia de yanquilandia, pues no podrán hacer frente a los compromisos si mantienen la conducta irracional de los últimos años.

Así, finalizo mi estocada vuelta al blog con un mensaje atormentador: no compre ni dólares ni euros, siga invirtiendo en pesos. Pues hoy, los pesos son más seguros que estas dos monedas, porque no somos ni los que estaban en niveles bajísimos (dólar, real) ni estuvimos en niveles elevados (euro). Ya que estas divisas tienden a acomodarse. Así que, si no especula, continúe con la moneda nacional.

Quien diría, no!!!!!!!!!!!!!!


Walter Nicolàs Pepicelli

walternicolasp@hotmail.com

jueves, 4 de septiembre de 2008

Martinez de Hoz Internalizando la Economia Argentina


La toma del poder en marzo de 1976 por parte de los militares trajo al ministerio de economía al Dr. José Alfredo Martínez de Hoz. Este hombre, por así decirlo, fue el padre del proceso de internalización de la economía argentina. Este proceso de internalización puede explicarse por una apertura de la economía nacional hacía el exterior, y se diferencia del concepto de globalización.
La diferencia que se encuentra al estudiar cada uno de estos conceptos es trascendente. Así, vemos como el concepto de globalización nos da cuenta de un proceso unificador de culturas, de mercados, de sociedades. Hoy, en pleno proceso globalizador, vemos como se radican las empresas en el extranjero, las multinacionales, donde se vislumbra como viaja la empresa por el mundo. En cambio, la internalización es un concepto diferencial, porque hace mención a la producción con inversiones extranjeras. Con la internalización, se invierten en capitales financieros primordialmente, aunque existen las fronteras bien demarcadas, a diferencia de la globalización. En este proceso, donde las fronteras no dejan de existir porque siguen protegidas las naciones por los aranceles, viaja el capital para promover capital extranjero en algún país externo al de origen.
Aclarado esto, es preciso seguir con las conclusiones que dicho trabajo me presento. Quiero decir, con esto, que el objetivo implícito que tenía el ministro Martínez de Hoz, cuando asumió la banca, era el de eliminar la inflación estructural que poseía a nuestro país. Si bien existían otros objetivos, este era el primordial. Los otros objetivos, de segunda plana, eran: la apertura significativa de la economía, la reducción de la participación del Estado en la economía, la disminución del déficit fiscal (principal causa de las altísimas tasas de inflación), pasar del saldo negativo al positivo en la balanza comercial, liberar el sistema financiero, achicar la deuda externa y salir de la recesión.
Una vez que se identificó cada objetivo, se propuso eliminar la inflación como primer objetivo. Pero, la historia y la realidad mostraron que dicho objetivo estuvo lejos de ser conseguido. Nunca consiguió eliminar la inflación, porque nunca pudo lograr un superávit en las cuentas fiscales, que eran la causa principal de ésta. Por el contrario, el déficit fiscal, si bien al principio se contrajo, posteriormente sufrió un aumento vertiginoso por la compra desmedida de armas, y al final del período del gobierno aumentó aún más por la guerra de las Malvinas.
El objetivo que consiguió fue el de achicar la participación del Estado en la actividad productiva, ya que se redujo con algunas medidas empleadas. En lo que hace a la apertura de la economía nacional, sabemos que esta fue aplicada gradualmente, aunque no dieron el resultado previsto por el gobierno armamentista. La recesión siguió profundizándose, la inflación seguía en aumento y se comenzaba a visualizar la falta de inversión en sectores productivos importantes. En esto el gobierno no podía intervenir por dos razones: la primera tiene que ver con la idea que caracterizaba al proceso sanguinolento, que era la no intervención en la economía. La segunda se explica con el solo hecho de que no tenían más fondos monetarios para destinar a la inversión faltante en las actividades más necesitadas.
Aunque la balanza comercial reveló al final del período, en el año 1983, un saldo positivo, éste no se explica por una política aplicada para conseguirlo. Tampoco por un aumento significativo de las exportaciones. Sino, más bien, por el resultado de la recesión económica reinante durante el proceso de Martínez de Hoz, durante su modelo estabilizador.
La deuda paso de ser Externa a ser considerada como Eterna. Ésta comienza con un significativo proceso de aumento llegando a valores realmente elevados para la época. Y, por último, el sistema financiero erosionó al país, llevándolo a una bicicleta financiera que ocasionó una pérdida de millones de dólares en divisas al Estado y, al mismo tiempo, dio ganancias espléndidas a los especuladores sin miedo al riesgo.
Prácticamente, queda muy poco por decir. Lo más relevante es que el programa económico implantado por Martínez de Hoz fracaso categóricamente. Por que el objetivo nunca pudo ser eliminado, ya que la sociedad argentina siguió viviendo altísimas tasas de inflación, que solo pudieron ser eliminadas por Cavallo en la década de los noventa. Al mismo tiempo, hostigó por largo período de tiempo a los argentinos una recesión severa y profunda.
Considero oportuno finalizar este humilde escrito con una aclaración más que importante para mí. Afirmo que con la furia, el terror y la sangre derramada que se llevo el proceso militar nada se pudo resolver en nuestro país. Es más, perjudico a la mayoría de la sociedad argentina quitándole una identidad. Pero, con la resignación, el espanto y el miedo tampoco hemos logrado nada, no hemos solucionado los problemas nacionales. Entonces, es hora de que se tomen las medidas necesarias y justas para solucionar los inconvenientes más urgentes que nos apremian.
Necesitamos un programa económico, político, cultural y social que sea sostenible en el tiempo para, de esta manera, aumentar el bienestar de la población. Ya que las medidas de políticas económicas aplicadas por este gobierno y ministro analizado, nada solucionaron con políticas cortoplacista.

sábado, 23 de agosto de 2008

Los Empleos Públicos: Una Carencia Nacional

Fueron dos las cuestiones que me hicieron escribir esta nota sobre las administraciones públicas en argentina. La primera de ellas, fue un curso realizado hace alrededor de una semana, denominado “Prospectivas de los Municipios Argentinos”. En éste curso se analizaron distintas variables que influyen negativa y positivamente en los municipios de nuestro país, inclusive el municipio villamariense.

El segundo de estas cuestiones fue un trabajo denominado “El Mal Estado”, con datos tomados de la CEPAL, que tiene la intención de mostrar la insuficiente cantidad de agentes que posee nuestra nación en la administración pública. Así, conjuntamente ambos, me llevaron que escribir esta nota, donde trataré de explicar algunos aspectos negativos de los municipios y la insuficiente cantidad de personas trabajando en ellos, pero también que se deben acrecentar los agentes pero con idoneidad, aumentando la capacidad para dar resultados a corto y largo plazo.

Así las cosas, es que vemos claramente como existe en la Argentina una incapacidad para dar respuestas concretas a los problemas, que no son pocos, atormentadores, para la sociedad en su conjunto. Esta es la consecuencia de que la administración carece totalmente de la cantidad de agentes necesarios porque, cuando analizamos el porcentaje de ciudadanos que son empleados en la burocracia nacional, observamos que solo el 5 por ciento esta trabajando en empleos públicos. Mientras que, por ejemplo, los Estados Unidos posee un 17 por ciento, Inglaterra un 12% y Brasil (nuestro socio por excelencia) un 8%.

Esto nos da un claro ejemplo de la calidad e incentivos que se mueven en cuanto a los empleos públicos, ocasionando la carencia ineludible de respuestas concretas. Por ello, es que se hace necesario en el corto plazo, mañana si es posible, aumentar la planta de empleados públicos, pero no cualquier empleado, sino agregados con calidad.

Además, la masa de las remuneraciones de los empleos públicos nacionales en Argentina representa solo el 1,8% del Producto Interior Bruto (PBI), mientras que en Brasil se acerca al 5% y algo muy parecido sucede en Uruguay, que asciende al 4,5%. Y a esto, hay que agregarle, claro esta, que la plantilla del Estado Nacional Argentino esta prácticamente deteriorada en relación a la cantidad y, también, a la calidad.

Otro desincentivo que continua erosionando al Estado es la precariedad laboral que se manifiesta en los empleos públicos, ya que se incrustó en la sociedad y en el gobierno, los empleos por contratos. Estos, tienen la siguiente característica: no poseen seguro social, no hay indemnización por despidos, carecen totalmente de estabilidad laboral y, por si faltara poco, no tienen, quienes obtienen estos empleos, aguinaldo.

Todavía queda algo más: los aumentos salariales que recibieron los trabajadores del sector privado es de casi 172%, mientras que el sector público obtuvo solo un incremento del 90%. Esto, si tomamos el crecimiento constante de la inflación, llegamos al resultado paupérrimo de que el sector privado consiguió una suba real del 13% aproximadamente. En contraste, el sector público no solo que no alcanzó ese aumento, sino que contrajo su poder adquisitivo en casi 23%. O sea, contrajo su nivel y capacidad, perjudicando a quien este trabajando para el Estado.

Entonces, como conclusión, podemos afirmar que el Estado Nacional Argentino, los Estados Provinciales y Municipales, están atravesando un abismo de precariedad en cuanto a sus empleados, pues las remuneraciones son apremiantes para la coyuntura inflacionista constante y desincentiva a trabajar para el Estado. Optando, los más calificados, por el sector privado. Ocasionado, así, la precariedad en la calidad de las respuestas a los problemas atroces que posee la Argentina.

Por supuesto que esto desemboca en otro de los tantos problemas que poseemos y que son de urgencia revertirlos. Pues, si no solucionamos en el corto plazo a éste y los demás problemas (falta de inversión, problemas energéticos, inflación, etc.), el crecimiento de los últimos cinco años no habrá servido para nada.

Nicolás Pepicelli

walternicolasp@hotmail.com

miércoles, 30 de julio de 2008

Un cambio en los términos de intercambio


Si analizamos la actualidad, veremos como se ha revertido la idea plasmada por Prebisch en los años cincuenta. Es que los precios de las materias primas han venido aumentando y los precios de los productos industriales, al contrario, han mostrado un deterioro. Ahora veremos el porque de esta nueva realidad.

Esta realidad, inesperada para muchos, ha venido desarrollándose desde comienzos del año 2003, aproximadamente. Al comienzo, como todo nuevo proceso, nadie le dio importancia, pero con el pasar del tiempo, encontramos distintas opiniones.

Así, a quienes, siendo escépticos, afirman que solo es un proceso pasajero, que va a volver la misma relación de los términos de intercambio cuando menos lo esperemos. Al contrario, otros se muestran en la vereda del frente, en el lado opuesto, afirmando que esto ha venido para quedarse, que es un cambio de paradigma como tantos otros y que perdurará en el tiempo. La realidad no la sabemos, solo el tiempo va a dar su veredicto en el futuro.

Brevemente, vemos que la relación de los términos de intercambio, expresada por Prebisch, nos dice que, estos, se determinan por las variaciones de la estructura de precios de las exportaciones y de las importaciones. En sí, podemos decir que es una expresión utilizada en el comercio internacional, para referirse a la evolución del valor de los productos exportados de los países, calculado según el valor de los productos que importa, a lo largo de un período de tiempo determinada.

En este caso, comúnmente se ha hablado de deterioro de los términos de intercambio, cuando el valor de los productos que son exportados tiende a disminuir comparando a los productos que son importados. Siendo esta, la relación que primo sobre el planeta desde su creación, década del cincuenta, hasta la culminación del paradigma neoliberal de los noventa.

Pero, desde la implosión de los chinos en el mercado internacional, desde que decidieron salir a comprar todo tipo de alimentos, sobre todo soja, los precios de las materias primas dieron un vuelco inevitable (¿irreversible?) en el mundo. Es que el precio lanzo elevadísimas perspectivas a largo plazo, beneficiando a varios países por los aumentos de la entradas de divisas.

Este cambio, que se cree que seguirá por lo menos hasta el año 2017, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), tiene repercusiones benefactoras para la mayoría de los países de América Latina. Pues, por primera vez, los precios de los productos exportados por estos países van en continuo aumento, mientras que los precios de los bienes industriales están bajando constantemente.

Así, vemos que el deterioro de los términos de intercambio, que clásicamente perjudicaban al grueso del continente americano, ha pasado ahora a perjudicar a los países productores de bienes industriales. Pues, con los precios de sus productos en disminución o estancados, se ven perjudicados. En cambio, ahora las naciones productoras de bienes relacionados con la extracción de recursos naturales, se han beneficiado sobremanera.

Posiblemente, esta sea la oportunidad, pues pueden acaparar la cantidad de reservas necesarias para dar el giro imperioso que modifique la estructura de las economías menos desarrolladas relacionadas con la exportación de materias primas. Igual, deberán modificar otros aspectos relevantes, como los mencionados en las estrategias para salir del subdesarrollo.

Así, los único que me queda por preguntar es ¿es esta una verdadera oportunidad o solo será un tiempo de vacas gordas para el subdesarrollo? La respuesta la sabremos, creemos, que con el solo pasar de los años. A esperar. Pero, la luz al final del camino, si bien es tenue, existe.

Nicolás Pepicelli

walternicolasp@hotmail.com

viernes, 11 de julio de 2008

¿Por que sube tanto el petróleo? y ¿Por qué baja tanto el dólar?

En este caso tan particular, lo que realmente busco con el escrito que suscita ante sus ojos es conseguir distintas opiniones sobre el tema. Hago la pregunta y queda a la disposición de las personas que lean esto, en responder en mi blog para tener una idea más concreta y concisa sobre este temita relevante en el mundo de la economía actual.

Fuente Imagenes: www.anajuliajatar.com (petróleo) y bp2.blogger.com (dolar).

Así, es que considero que la cuestión para darse cuenta de un aumento o una disminución de un producto primario, como es el petróleo, es que hay que hacer un análisis de oferta y demanda. Porque la intersección de éstas determina el precio de equilibrio del crudo. Entonces, tanemos que colocar de un lado (oferta) a la producción y al stock; y del otro lado (demanda) de los consumidores.

De esta manera, vemos que la demanda de combustible esta estable y tiende a la alta, cuando los stock son relativamente bajos (eso dicen los países que tienen petróleo) y la producción la están estacando. Así, se mueve hacia arriba la demanda porque los consumidores mantienen sus necesidades de consumo, manteniéndose constante o disminuyendo la oferta por lo dicho anteriormente, dando origen a una suba desmedida del precio del petróleo, llegando a estos valores tan altos. Además, hay que agregarle dos cuestiones más al análisis, que también son relevantes.

La primera es el precio del dólar, al que se hace referencia constantemente por su pérdida de poder mundial en estos últimos años. Éste, esta bajando como consecuencia de que los Estados Unidos ha tenido desde hace varios años un elevado déficit comercial con el resto del mundo, entonces para conseguir equilibrar la balanza comercial devaluaron quitándole poder de compra a los norteamericanos. El segundo punto es: los especuladores. Éstos, como ven perder rentabilidad a corto plazo de sus activos en dólares, se vuelcan al petróleo comprándolo con la idea de lograr la rentabilidad deseada. Así, hacen elevar más el precio del crudo en los mercados mundiales.

Conclusión: el petróleo sube por la estancada oferta y la demanda en constante aumento. Y, el dólar, baja por motivos estructurales de la economía norteamericana: el déficit comercial creciente. Espero respuestas críticas, con la idea de ahondar en el tema un poco mas de lo que nos enseñan en la universidad.

domingo, 15 de junio de 2008

El Conflicto Sin Fin: Campo vs. Gobierno

Harto de escuchar, leer y ver, día tras día, en los diarios, radios y televisión nacional, las distintas idas y venidas del, ya famoso, conflicto que tiene enfrentado al campo con el gobierno. O al gobierno con el campo. Como más le guste. Es que pensé, coactivamente, en cuando iba a terminar dicho brete o trance, ya que somos victimas de la falta de voluntad de acuerdo por ambas partes. ¿No esperarán, ambos, que haya un muerto en las calles o en las rutas, para ponerle fin a este peligro nacional?
Considerando, los pormenores del enlace intolerante por estos días en nuestra querida Argentina, se hizo necesario exponer las cuestiones básicas. Porque, creo oportuno avizorar, que el pueblo esta exhausto de dicho conflicto. Porque, existen varias razones para entender la razón del enfado. Primero, el desabastecimiento perjudica el al ciudadano común, pues este no puede comprar alimentos y demás cosas en demasías, ya que su salario no le alcanza.

Segundo, la inflación por el desabastecimiento esta aumentando, y así, el salario medio real cae, conllevando una pérdida del poder adquisitivo. Esto, perjudica porque con el mismo sueldo, compramos menos bienes y servicios. Entonces, nuevamente, el perjudicado es el ciudadano medio que no puede cubrirse de la inflación, ya que tiene sus ingresos al trabajo realizado, y como la producción esta estancada porque disminuyo el consumo, trabajan menos y terminarán cobrando menos, si no se resuelven las cosas a tiempo.

Tercero, ya nombrado anteriormente, el consumo esta cayendo por el aumento de los precios, ocasionando una disminución del ritmo de la producción. Siendo más de lo mismo, esto no da seguridad en el trabajo, por las pocas ventas de los comercios y porque, además, no pueden abastecerse de productos esenciales, ya que las rutas están cortadas.

Cuarto, y siendo más de lo mismo, como la inflación (definida como el aumento generalizado de los precios) frena el consumo, y el consumo termina frenando la producción, esta cadena ocasionará despidos, menores salarios, una posible crisis y un freno a la expansión record del producto bruto interno.

Quinto, y último, aunque me puede quedar algo en el tintero, la crisis nacional dejo de ser, como en otros años, económica, para ser ahora institucional. Y, esta crisis, no es menos grave que la otra. Pues, puede perjudicar a la sociedad en su conjunto, logrando que la gran masa de recursos ingresados en los últimos cinco años, se destinen para otra cosa. Pues, la crisis institucional perjudica la visión a corto plazo de los actores institucionales del gobierno y del entramado productivo nacional.

Entonces, lo que sacamos en limpio de este breve análisis, es que en el conflicto reinante en nuestro país, los mayormente damnificados somos nosotros, los ciudadanos comunes que caminamos por las calles, que no nos alcanza el salario, que tenemos que usar el colectivo y el tren, que no tenemos nafta, etc.

Con esto quiero decir que el conflicto debe cesar, porque, tarde o temprano, se van a encontrar lacerados las dos caras de la moneda. Aunque, en realidad, ya se están agrediendo ellos mismos. Si, sin quererlo, los extremos opuestos del conflicto sin fin e intolerable, entre el sector que nos gobierna y el sector agrario, se están lastimando, desgastando y perjudicando, de cara al futuro próximo en nuestro país.

Así, observamos, creo que claramente, que la imagen positiva que tenía el gobierno (en su conjunto) entre las masas, ha decaído atrozmente. Con ello, la presidenta (y su hipocresía) han quedado débiles, sin apoyo y con críticas desde todos los sectores. Por su parte, el campo, con el apoyo al principio de la gente común, ahora están enfadando a todos. Pues, la mayoría de los ciudadanos se encuentran desahuciados y molestos, ya que se sienten perjudicados y las soluciones no llegan.

Definitivamente, que el pueblo en su conjunto pierde más que los antagonistas de la contienda nacional. Pero, esto ya paso de ser un simple conflicto por poder económico y político, a ser una disputa sin sentido y con dos partes intolerables. La verdad, que el gobierno ya no se sienta a dialogar por nada. El campo, se siente defraudado por el gobierno.

Desde esta humilde nota, quiero hacer saber mi punto de vista. Aunque sea un granito de arena en el mar, pero es necesario contribuir levemente. Ya que, en el corto plazo, no veo una solución viable y que deje conforme a ambas partes. Pero, sin embargo, es claro que nadie nos va a devolver, como ciudadanos comunes que somos, lo que terminamos perdiendo con este temporal tormentoso, donde nada tenemos que ver.

Para ir terminando, quiero hacer explícito mi punto de vista. En este caso, sin duda alguna, estoy del lado del perdedor: del pueblo y su gente. No hay solución que deje conforme a los extremos, por eso pararse en el medio y ceder un poco de cada lado no estaría mal. Además, tendrían que ponerlo en práctica los dos actores del conflicto.

Espero una pronta solución, para el pueblo, el campo y el gobierno, porque de esta manera, nos perjudicamos todos, ni el gobierno ni el campo, sino todos. Y cuando digo todos, hablo de la sociedad (clase media, baja o alta), de las instituciones, de las empresas, del mismo agro, de la burocracia, de todos, en definitiva.

Espero, sin más, que el gobierno y el agro aflojen de una vez por todas, y así empecemos a sentar las bases que necesitamos como nación para un desarrollo económico, institucional y cultural que nos lleve a crecer como sociedad.

Nicolas Pepicelli

walternicolasp@hotmail.com

domingo, 25 de mayo de 2008

El Tipo de Cambio: Teoría Económica

Definitivamente, analizando las características de la teoría de los tipo de cambio, sabemos que sencilla no es para nada. Exponerla conlleva distintas explicaciones que pueden ser dificultosas para aquellos que intenten, por medio de libros y otros textos, entenderla. Particularmente, cuando me pidieron un análisis breve y conciso, sobre los tipo de cambio, mi búsqueda se extendió a varios libros (y también, por supuesto, a Internet), aunque me queda discutirlo con expertos en la materia.

En todo este proceso, de investigación y análisis de la teoría, fue que decidí escribir, para mal o para bien, la idea básica que extraje del mismo. Es breve y conciso, tal cual dije al comienzo, pero, así y todo, tiene particularidades necesarias para cualquiera que desee entender un poco más el tema. Aclaro, no es profundo ni elevado para un nivel superlativo, pero, sin embargo, es necesaria su lectura.

Para comenzar hay que tener en cuenta, sobre todo en la actualidad, que estamos en medio de una era globalizada y unificadora altamente incrustada en las sociedades. Por eso, es que se hace necesario entender un poco mas este tema. Así, pensemos, cuando una empresa que ofrece bienes y servicios a un cliente en otro país (tomemos Argentina y Estados Unidos), requerirá, si consigue vender los productos, que se le pague en la moneda de su propio país (si es Argentina, en pesos, pero si es en EEUU, en dólares).

Resulta, de esta manera, si tomamos a los oferentes y demandantes de divisas, que los compradores en los mercados internacionales necesitan obtener monedas de los países a los cuales desean comprar bienes y servicios. Por lo tanto, para que el sistema de comercio internacional sea desarrollado, deberá contar para su adecuado funcionamiento con un mercado donde se puedan intercambiar monedas de un país por la de otro. Esta es la tarea que debe desarrollar el mercado de divisas o de cambio. Recordemos, que podemos definir a las divisas como las monedas u otros activos financieros que es utilizado comúnmente para el intercambio internacional.

De esta manera, estamos en condiciones de definir a los mercados de cambio o divisa como los mercados en los que se compran y venden las monedas de los distintos países (puede que estas monedas sean de cualquier país, como por ejemplo el yen, el peso, el euro, el dólar, etc.). En este mercado se lleva a cabo el cambio de la moneda nacional (el peso) por la moneda de los países con los que se mantienen relaciones económicas (pueden ser exportaciones, importaciones, turismo, etc.), originándose un conjunto de oferta y de demanda de moneda nacional a cambio de moneda extranjera (por ejemplo el dólar). Y, este tipo de transacciones, determinan el precio o el tipo de cambio del peso frente a las monedas extranjeras.

Ahora, podemos definir al tipo de cambio como el precio de una moneda expresada en otra moneda; además, este tipo de cambio se enuncia como el número de unidades de la moneda nacional por el número de unidades de la moneda extranjera (por ejemplo, un peso a cambio de un poco más de tres dólares, lo que pasa actualmente en el mercado cambiario argentino, tomado como referencia).

Además, los tipos de cambio pueden ser expresados en dinero o en bienes. Cabe decir, en este caso, que el tipo de cambio nominal es el precio de una unidad de moneda extranjera expresada en términos de la moneda doméstica. En cambio, el tipo de cambio real es el precio de los bienes de un país extranjero, en relación con el precio de los bienes en el mercado local o doméstico, ambos llevados a una misma moneda.

Estos tipos de cambio, pueden ser aplicados desde dos sistemas distintos y opuestos: los tipos de cambio flexible con flotación limpia o con flotación sucia y los tipo de cambio fijos. Cada uno con su peculiaridad, ya que los fijo son determinados rígidamente por el Banco Central y los flexibles con flotación limpia los determina el libre juego de la oferta y demanda, mientras que los de flotación sucia, son determinados por el Banco Central entre unas bandas de fluctuación.

Consideremos, antes de continuar con cada uno de los tipos de cambio, que un sistema de tipo de cambio es un conjunto de reglas que describen el papel fundamental del Banco Central en un país en el mercado de divisas o de cambio. Esto nos dice que, desde el punto de vista del banco, éste puede intervenir o no en el mercado para mantener la cotización o dejarla caer, depende de lo que considere que debe hacer.

Así, podemos considerar los dos sistemas que con anterioridad hemos mencionado. Dicho esto, podemos definir a los tipos de cambio totalmente flexibles con flotación limpia como aquellos que se determinan sin la intervención del Banco Central, o sea, por el libre juego de la oferta y de la demanda en el mercado. Aquí, no existe ningún tipo de intervención, en cambio en los otros dos sistemas el tipo de cambio es intervenido. Por eso, el tipo de cambio fijo es aquel donde este es determinado rígidamente por el Banco Central, quedando ligada a una determinada mercancía patrón (históricamente el oro) o a una determinada moneda patrón (comúnmente el dólar). Y, por último, el tipo de cambio con flotación sucia que, también es intervenido por el Banco Central y que se encuentra en un punto medio con los dos anteriores explicados, es definido como el tipo de cambio flexible con el que cuentan los países, pero que las autoridades económicas los intervienen para alterarlos en una dirección determinada. En la flotación manipulada o impura, las autoridades intervienen comprando o vendiendo moneda nacional a cambio de divisas de reserva.

Vale aclarar, que el tipo de cambio es el precio clave que relaciona una economía con el resto del mundo, por lo que su determinación debe tratar de no seguir posturas extremas. Cabe comparar, sin dudas, que el tipo de cambio es algo así como son los precios relativos, ya que ambos sirven de medida para los agentes económicos.

Los tipos de cambio, se adopte la postura que se adopte, pueden disminuir o aumentar por una decisión política que hace necesaria su intervención o por un desequilibrio en el mercado de divisas. De esta manera, según sea el tipo de cambio fijo o flexible, puede cambiar de nombre su suba o baja en el mercado. Entonces, podemos decir que el aumento del tipo de cambio cuando el sistema es flexible conlleva a denominarlo como depreciación y, en cambio, cuando disminuye el tipo de cambio flexible, diremos que es una apreciación. Empero, cuando el sistema es fijo, al aumento del tipo de cambio le daremos el nombre de revaluación y, al contrario, cuando disminuye el tipo de cambio, lo definiremos como una devaluación.

En definitiva, el tipo de cambio hacía la baja o la suba, causa los mismos efectos sobre una economía. O sea, que cuando se ocasiona una devaluación (tipo de cambio fijo) o una apreciación (tipo de cambio flexible), origina en los productos exportados nacionales un aumento en la competitividad, abaratando los mismos, y logrando disminuir las importaciones porque las encarece. En contraste, cuando ocurre una revaluación (tipo de cambio fijo) o una depreciación (tipo de cambio flexible), lo que sobreviene es una pérdida de competitividad nacional, encareciendo nuestros productos (bienes o servicios), e introduciendo masivamente importaciones, ya que las abarata.

Pero, todo lo dicho anteriormente, es que se hace necesario aclarar dos temas para concluir con el análisis de los tipos de cambio. El primer temático a explicar es la paridad del poder adquisitivo (PPA). Esto es necesario, ya que la globalización económica que ha sucumbido al mundo en este último tiempo, entendida como integración que tiende a crear un solo mercado mundial, ha hecho que en estas condiciones, los bienes y servicios deban tener el mismo precio en cualquier parte del mundo en términos de cualquier moneda. Así, la relación entre los niveles de precio de dos países y el tipo de cambio entre sus monedas se denomina Paridad del Poder Adquisitivo.

A secas, el postulado de esta teoría es que los productos idénticos deben tener un mismo precio (o precio único) en diferentes países en términos de una misma moneda. Con este postulado, para determinar el tipo de cambio entre dos monedas, es suficiente dividir el precio de un producto en una moneda por el precio del mismo producto en la otra moneda. Por eso, se basa en la noción de que un producto debe tener el mismo precio en todos los países, es decir, por ejemplo, un dólar debería tener el mismo poder adquisitivo en argentina que en cualquier parte del mundo.

Siendo lo descrito anteriormente esencial para entender los tipos de cambio, nos queda solo por explicar cuando se usa éstos como ancla nominal. Es que, como el tipo de cambio históricamente ha tenido fluctuaciones importantes, entonces se empezó a tomar en cuenta la manera de utilizarlos como ancla nominal para evitar estas oscilaciones libres y descontroladas, ya que estas generaban incertidumbre a nivel internacional.

Así, el enfoque del tipo de cambio como ancla nominal es la estrategia que propone utilizar al tipo de cambio como referencia básica para dotar de credibilidad y disciplina a las políticas económicas de los países. La idea central se halla en los riesgos que las autoridades económicas sigan una política discrecional que, por estar sujeta a los requerimientos de cada situación coyuntural, pueda acabar teniendo un sesgo excesivamente inflacionista o contractivo de la economía. En si, es común que se utilice para tratar de reducir el proceso inflacionario que azota a un país.

Bueno, definitivamente queda muy poco por aclarar en este efímero análisis de los tipos de cambio. Cualquier insuficiencia corre a cargo del autor.

Concluyendo este análisis, se hace necesario dilucidar que los tipos de cambio son esenciales a la hora de examinar el comercio internacional, ya que juegan un papel importantísimo en los intercambios de bienes y servicios que un país realiza, tanto comercial como financieramente, con el resto del mundo.

Nicolás Pepicelli

walternicolasp@hotmail.com

Bibliografía Utilizada

  • Beker, Víctor y Mochón, Francisco – ECONOMÍA. Elementos de Micro y Macroeconomía (2000).
  • Cuadrado Roura, Juan – POLITICA ECNOMICA. Objetivos e Instrumentos (2003).
  • Cohen, Roger – Macroeconomía: Tipo de Cambio.
  • Fernández Díaz, A. – POLITICA MONETARIA: Su Eficacia y Enfoques Alternativos (2002).
  • García Rodríguez, EnriqueLa Teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo.
  • Krugman, Paul y Obstfeld, Maurice – ECONOMIA INTERNACIONAL. Teoría y Política (1999).
  • Tugores Ques, Juan – ECONOMIA INTERNACIONAL. Globalización e Integración Regional (1999).

domingo, 4 de mayo de 2008

Estamos bien, pero nos encaminamos al abismo


La falta de “Planificación” a nivel nacional, en Argentina más precisamente, ha llevado en estos últimos años a un déficit en distintas variables económicas fundamentales, que entorpecen el crecimiento armónico del país.

Para ser más preciso, la planificación tiene tres pilares imprescindibles que le dan validez y sustento a dicho plan. Pero, no hay que confundir un programa de planificación con una economía centralmente planificada. Porque, en un país con un programa de planificación, lo que se busca en que el futuro no nos “agarre” desprevenidos e indefensos, sin una plan “B”.

Precisamente, la planificación económica que puede optar un país, va a darle la idea de un futuro conocido y esperado. Si bien, los economistas, tratan de predecir el futuro, también saben que éste se debe construir. Entonces, la planificación va a construir, más que prever, el futuro que el país poseerá. De esta manera, el país que se incline por un futuro planificado, obtendrá mayores beneficios a largo plazo, que aquel que elija por conseguir metas cortoplacistas de resultados inmediatos.

En su interior, la planificación a nivel económico, conlleva de tres patas, que se deben complementar, para así dar un resultado útil y esperado. Estos tres pilares esenciales son los siguiente: Prospectiva, Coordinación y Evaluación. La prospectiva significa pensar y forjar el tiempo a la disposición del país que la aplique. Por tanto, la coordinación dentro de la planificación resulta esencial, pues es aquella que organiza a todas las variables económicas del plan, para que vayan en conjunto hacía la meta deseada. Y, por último, la evaluación le dará el resultado logrado de la planificación, que puede ser el deseado o no.

Ahora, una vez definido el concepto de planificación económica, es necesario explicar porque nos acercamos, inconscientemente, hacía el abismo de la mediocridad económica. No soy un gurú ni quiero serlo, pero hay que ser consiente de que la falta de un plan “b” dentro del gobierno nacional manejado por CFK nos empuja indudablemente hacía la profundidad.

Si nos limitamos a ver, simplemente, los pilares de la planificación económica, denotamos claramente que, la conducción política de la Argentina (CFK, Néstor, Moreno, los Fernández; etc.), carece de un programa a largo plazo. Sobretodo, es visible la penuria que posee nuestro país en materia energética, pues seguimos dependiendo de nuestros vecinos del MERCOSUR (Bolivia, Paraguay y Brasil).

En lo que respecta a la prospectiva, sabemos de antemano que, la dirigencia política que maneja hoy el poder, se encuentra en penurias. La prospectiva hubiera evitado el conflicto con el campo, siempre que se hubiera hecho. O, sin ir más lejos, hubiera salvado a las miles de victimas que caen en las rutas nacionales, sobretodo en la ruta nacional Nº 9, apurando el finalizado de la autopista.

La coordinación dentro del gobierno actual es invisible, pues como no existe un plan a largo plazo, no hay órgano que coordine las políticas económicas (fiscales, monetarias, crediticias, financieras, etc.).

La carencia de un plan a largo plazo que nos encamine como país hacía el desarrollo económico sostenible (y creíble), nos acerca a un camino oscuro de incertidumbre. En este caso, el ejemplo más claro es la casi segura concreción del tren bala. Porque, si existiera una planificación para buscar el crecimiento integral de la nación, el tren dejaría de tornarse como un ideal necesario. Pues, el dinero debería ser utilizado para, por ejemplo, el mejoramiento de las vías férreas del interior del país.

No cabe dudas, además, de que nunca va a exponerse una evaluación del plan que nunca existió. Plan necesario y de suma urgencia, porque Argentina necesita desarrollo tecnológico, políticas de estado, plan para el campo, las industrias y la energía, etc.

Si bien, desde el año 2001 y la severa crisis que azotó a nuestra querida nación, la economía ha venido creciendo a valores altísimos, es indiscutible la falta de inversión en un sin número de sectores que van a seguir generando inflación y, en un futuro no muy lejano, hasta disminución del ritmo de aumento del PBI.

Argentina debe pensar en armar, indispensablemente, un plan económico a largo plazo como política de estado que subsane las deficiencias, que no son pocas, en materia social, institucional, política y económica. O se nos va todo lo logrado, en estos últimos años, por el retrete!!!.

Nicolás Pepicelli
walternicolasp@hotmail.com

domingo, 20 de abril de 2008

América Latina Periférica II.

América Latina Periférica II

Términos de Intercambio

En estos últimos años, desde 2004 en adelante, aproximadamente, las referencias de la economía internacional han venido cambiando. Aunque todo es cuestión de tiempo, los cambios son inoportunos para las grandes potencias mundiales y, también, muy preocupante para los países subdesarrollados sin recursos naturales.

Actualmente, el cambio esta tomando un matiz atípico en las relaciones mundiales, pues los términos de intercambio que plasmo Raúl Prebisch, por allá en la década del cincuenta, están perdiendo su razón de ser. O sea, el paradigma esta cambiando o ha cambiado, como más le guste.
FUENTE: Revista Inter-Forum

Pero antes, hay que aclarar que es lo que exponía Prebisch en la época en la cual participaba en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPALC), y de Perón en la presidencia del país. Cabe aclarar, que intento mostrar la teoría de los términos de intercambio expuesta, para luego exponer lo que creo que está sucediendo desde hace un tiempo y que, porque no, siga su rumbo, propiciándole una oportunidad única e histórica a la Argentina.

Así, podemos definir, según la teoría de Prebisch, a los términos de intercambio explicando que fue un paradigma que manifestaba que los precios de los bienes industriales aumentaban con el paso del tiempo, mientras que los precios de referencia de las materias primas, commodities, se mantenían constante o disminuían, con el transcurrir de los años. Siempre considerando un tiempo determinado, su investigación, en torno a lo anterior descrito, mostró tal tendencia.

En conclusión, los precios de los autos, computadoras, aviones, motocicletas, y millones de productos más, consideraba Prebisch, que se acrecentaban con el paso indebido del tiempo. En cambio, explicaba la CEPALC, los precios de los productos genéricos, es decir, que no se pueden diferenciar entre si, que son prácticamente iguales, con diferencias diminutas, tales como el oro, la plata, las oleaginosas, los granos, y más producción alimenticia, se estancaban constantemente o, porque no, se contraían.

A la hora de analizar estas relaciones, tal como lo hizo Prebisch, notamos como en, por ejemplo, la década del noventa esto se aplico a nivel internacional de manera muy parecida a la cual se explicaban como teoría. Antes del año 2002, prácticamente siempre, salvo raras excepciones, lo plasmado por el economista argentino más famosos y respectado en el exterior, esto se observo claramente. Mostrando la vigencia de dicha teoría, sin ninguna duda.

Esto, los términos de intercambio, han venido, a lo largo de la historia del planeta, perjudicando a los países que ponían el lomo para crear productos para los extranjeros ricachones, tanto los europeos desde los tiempos de Colón, hasta los yanquis de Bush. Tantos países se han aprovechado de nuestro sudor, expropiando nuestra producción por medio de pagos en valores microscópicos. Así, se llevaban nuestro sudor, pero a costa de un precio injusto, que ellos decidían.

Los años de destrucción de la tierra “a precio de mercado” han terminado para nuestros pueblos definitivamente, o por lo menos eso esperamos como pueblo sucumbido por las tantas malarias de la explotación. Aclaro, que la explotación se sigue produciendo hoy en día, pues la explotación es el trabajo remunerado por un precio injusto.

Nicolás Pepicelli

walternicolasp@hotmail.com